El profesorado también coincide con la percepción del cada vez más temprano acceso a los dispositivos digitales de los más jóvenes, percibiendo también los impactos que esto puede suponer: a nivel cognitivo, coste de oportunidad que representa para los jóvenes, en su formación como personas, y su potencial adictivo, pudiendo impactar en su higiene del sueño.
Los móviles y las redes sociales (rr.ss.) son las “tragaperras” de los jóvenes. Me preocupa la pérdida de concentración absoluta, la adicción al teléfono móvil
La sobreestimulación y la inmediatez y el ‘lo quiero ya, ahora y así’, porque están acostumbrados a que todo llega ya, ahora. Veo una tolerancia a la frustración nula (…) (que es como les da el móvil, el ordenador, jugar a un videojuego, contactar con no sé quién, buscar aquí esa información, ver vídeos porno o lo que sea)
Hay chavales que llegan sin dormir, de empalme y les dices ‘¿Qué has hecho? ’y me dicen ‘Pues jugar profe, jugar toda la noche’
Señalan la imposibilidad de los niños, niñas y adolescentes de autorregularse en el uso de la tecnología. A su vez perciben bastante desconocimiento por parte de los padres y madres, y carencias por su parte a la hora de ejercer control de tiempos y acompañamiento en su uso.
"A ellos es que les tenemos que enseñar. Es que, si no, pues lo van a hacer mal, porque todo en ellos es intensidad y cualquier uso que hagan va a ser intenso
"Ya, pero el móvil no es únicamente el control este de que saben dónde están, como el GPS, sino es que le das y no le enseñas lo que hay dentro
"Hablas con los padres y todos los niños por las tardes están estudiando, están trabajando. Y luego hablas con los niños o los escuchas y salen corriendo de clase con el móvil así, jugando, y se pasan la tarde jugando
Por otra parte, consideran que los centros educativos están llegando tarde a educar y prevenir, centrándose en un enfoque de competencias digitales técnicas, descuidando la parte más humana o relacional.